Técnicas de comunicación.
Las personas tenemos diferentes formas de interpretar la misma información y también de transmitirla.
La manera en que cada persona transmite los mensajes se le llama Estilo comunicativo
El estilo comunicativo es la forma tanto verbal como no verbal interaccionan para interpretarse el significado concreto de lo que se dice.
Esto da lugar a que se puedan aplicar diferentes técnicas de comunicación, y aplicarlas al campo de la Atención Sanitaria
En cualquier caso, e independientemente de cuál sea la técnica de comunicación empleada, el mensaje se debe de transmitir siempre de forma clara, audible, y fluida.
De todos los estilos de comunicación, el asertivo ha demostrado ser el más eficaz.
– Se caracteriza por expresar los mensajes de forma directa, y nunca dependiendo de las características del receptor del mensaje
– El asertividad consiste en afrontar la comunicación interpersonal de una manera equilibrada, igualando las posiciones entre los interlocutores.
– La comunicación asertiva favorece la autoestima de quien la práctica, ya quefavorece la predisposición a realizar futuros intercambios
– La comunicación asertiva aumenta la fluidez de las comunicaciones y disminuye la posibilidad de errores.
Es una técnica de comunicación general cuya práctica se puede ejercitar siguiendo los pasos siguientes:
2.1. Pensar en positivo.
Antes de proceder a escuchar a la otra persona, debemos adoptar una actitud activa y positiva, con la idea de mentalizarnos para valorar posteriormente sus argumentos
2. Utilizar palabras y gestos para confirmar la escucha. Demuestran a la otra persona que le estamos escuchando de una forma activa y positiva.
Podemos utilizar para ello reformulaciones verbales, gestos o expresiones.
2.3. Prestar atención a los sentidos.
Aproximarse a las necesidades del interlocutor. Para ello, debemos demostrar que somos conscientes de las emociones y de los sentimientos que manifiesta nuestro interlocutor.
También, debemos prestar atención al motivo por el cual el interlocutor nos ha transmitido sus emociones y sentimientos.
2.4 Evitar el síndrome del experto, siempre que sea posible.
No debemos precipitarnos en nuestras intervenciones, porque podemos perder información relevante del interlocutor y generar un sentimiento negativo hacia él, lo que dificulta la formación y posterior mantenimiento de vínculos positivos con el interlocutor.
La empatía es la capacidad de comprender la vida emocional de otra persona, casi en toda su complejidad. Esto no supone necesariamente compartir las mismas opiniones y argumentos que justifiquen el estado o reacción que expresa la otra persona. Ni siquiera significa estar de acuerdo con el modo de interpretar las situaciones con carga afectiva del interlocutor.
La empatía está referida entre otras cosas a la escucha activa, la comprensión y el apoyo emocional. Además, la empatía implica tener la capacidad suficiente para diferenciar entre los estados afectivos de los demás y la habilidad para tomar perspectiva, tanto cognitiva como afectiva, respecto a la persona que nos expresa su estado emocional.
Fundamentalmente, los componentes de la empatía son los siguientes:
Presta atención a lo que explica o argumenta la otra persona, atiende a las manifestaciones no verbales, como sería en el caso de los gestos que se corresponden con el estado de ánimo que se verbaliza y no interrumpas el discurso verbal.
Además, reflexiona sobre lo que la otra persona te está comunicando, expresa señales de seguimiento activo a modo de feedback: mira a la cara, asiente con la cabeza o refleja expresiones faciales congruentes con aquello que te está explicando la otra persona.
Por otro lado, es necesario mostrar interés preguntando detalles sobre el contenido de la conversación.
Comprende los mensajes transmitidos de carácter paralingüístico, tales como la entonación, el tiempo de respuesta, el volumen…
Podemos mostrar comprensión congruente a aquello que nos explican a través de frases como:» Comprendo que actuases así». «Entiendo cómo te sientes». «La verdad es que debiste pasarlo genial»…
El trabajo en equipo es, en primer lugar, una evolución cualitativa de los grupos de trabajo. Es una manera organizada de trabajar entre varias personas con el fin de alcanzar metas comunes. En el trabajo en equipo las habilidades de los integrantes son complementarias, mantienen una responsabilidad individual y mutua, además de un marcado compromiso común por los objetivos. Generan una sinergia positiva a través del esfuerzo coordinado de sus integrantes. Como resultado, logran mayor rendimiento, productividad y satisfacción personal.
- Existe la presencia de un líder, que guía y conduce el equipo, pero no lo controla. El rol de liderazgo es compartido.
- Las reuniones son debates abiertos donde los miembros colaboran en las soluciones de problemas.
- Clara cohesión, espíritu colectivo concentrado en las tareas y satisfacción por la calidad de sus procesos de trabajo.
- El trabajo se discute, se realiza en conjunto y reina la cooperación entre los miembros. Todos son el “motor” del equipo.
- Los integrantes tienen responsabilidad por ellos mismos al igual que por el equipo.
- El desempeño se mide de manera directa, por medio de la evaluación de los productos del trabajo colectivo.
- Innovación constante: Se mejoran los procedimientos existentes o se inventan nuevos. Se busca obtener los mismos resultados o mejores con menos recursos.
- Entre todos se logra una integración armónica de las funciones y actividades a desarrollar.
Cuidar y mantener un buen equipo es vital para conseguir una farmacia de calidad, con personalidad y capaz de desmarcarse de la competencia.
Las 5 c del trabajo en equipo
Tom Peters, considerado para muchos, el padre del Management moderno estudió los factores necesarios para que los equipos alcanzaran un alto rendimiento. En sus hallazgos detectó cinco componentes del trabajo en equipo necesarios para lograr un alto desempeño: las cinco c del trabajo en equipo.
Complementariedad
Cada miembro debe poner sus habilidades y conocimientos diferenciales al servicio del equipo. Esto permite alcanzar logros que de manera individual no sería posible.
Coordinación
El líder debe conocer las potencialidades de cada uno de los miembros. De esta manera, podrá asignar cada una de las tareas a la persona idónea para realizarla.
Comunicación
Se considera un elemento esencial para coordinar las acciones individuales y colectivas del equipo. Es necesaria una comunicación abierta, clara y oportuna. Así, cada miembro conoce qué tiene que hacer y cómo hacerlo.
Confianza
Los integrantes deben creer en sus capacidades y en las de los demás para el logro del objetivo común. El líder debe explicar de manera clara y concisa el proyecto al equipo, las labores que realizará cada persona y cuál es el objetivo final que se quiere conseguir. Es importante destacar que la confianza no se genera en «un abrir y cerrar de ojos». Por eso, es importante cuidarla y crearla poco a poco.
Compromiso
Se debe priorizar las necesidades e intereses del equipo por encima de los intereses personales. Los miembros del equipo deben poner sus capacidades y talentos al servicio del grupo.